DISTORSIONES COGNITIVAS más comunes que impiden alcanzar la posición realista en nuestra relación amorosa.
"Enumeraremos las distorsiones cognitivas que nos impiden ver nuestra relación amorosa con realismo afectivo"; es decir, pensamientos que no nos permiten comprender la relación adecuadamente.
"Si estás en una relación enfermiza y tienes miedo de dejarla, o has perdido a la persona que amas y no eres capaz de aceptarlo, es probable que utilice alguno de los dieciocho pensamientos perturbadores" que se señalan a continuación. Son engaños que emplea la mente para intentar salvar un amor perdido, "no importa qué tan inconveniente o dañino sea, la adicción afectiva no mide consecuencias. Es ciega por naturaleza."
Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido:
"Me quiere pero no se da cuenta"
"Los problemas psicológicos que tiene le impiden amarme"
"Ésa es su manera de amar"
"Me quiere, pero tiene impedimentos externos"
"Se va a separar"
Minimizar los defectos de la pareja o de la relación:
"Nadie es perfecto" o "Hay parejas peores"
"No es tan grave"
"No recuerdo que haya habido nada malo"
No resignarse a la pérdida (1). Creer que todavía hay amor donde no lo hay:
"Todavía me llama", "Todavía me mira", "Todavía pregunta por mí"
"Todavía hacemos el amor"
"Todavía no tiene otra persona" o "Todavía está disponible"
"Se va a dar cuenta de lo que valgo"
No resignarse a la pérdida (2). Persistir tozudamente en recuperar un amor perdido:
"Dios me va a ayudar", "Me hice echar las cartas" o "Me hice la carta astral"
"Intentaré nuevas estrategias de seducción"
"Mi amor y comprensión lo curarán"
No resignarse a la pérdida (3). Alejarse, pero no del todo:
"Voy a dejarlo poco a poco"
"Sólo seremos amigos"
"Sólo seremos amantes"
"Todos obedecen a la misma necesidad: retener la fuente de apego mediante el autoengaño".
"Si logras observar las cosas como realmente son, dejando las parcialidades y las mentiras a un lado, tus esquemas irracionales comenzarán a tambalear. Aunque te duela el alma y tu organismo entre en crisis de abstinencia, no hay otro camino. La liberación afectiva y la ruptura de los viejos patrones de adicción no toleran la anestesia, porque las grandes revoluciones siempre exigen atención despierta. Además, tal como decía Jalil Gibrán: "Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?".
Extracto del libro de Walter Riso, “¿Amar o depender?”. Barcelona, 2.004.
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