AQUELLOS DOMINGUEROS 1ª PARTE

Los recuerdos de mi infancia, los tengo guardados como algo muy especial. Aquellos domingos en los que 11 personas, 5 adultos....y 6 niños, nos metíamos en un supercoche, un SEAT 1400 de 7 plazas...al que llamábamos "el viejo", con transportines donde se sentaban los 4 niños.


En el asiento de atrás, mi madre, mi tía, a la que recuerdo con especial cariño, y que ya no está entre nosotros, y junto a ellas dos...mis primas.
Yo siempre iba en asiento delantero entre mi padre y mi tío, que tampoco está con nosotros ya.
En esa época no teníamos radio de coche, y siempre me decían....Yaiza cántanos algo.
Algo??....me pasaba todo el camino cantando, y nadie decía nada, jolín esos sí que eran tiempos, no como ahora que me pongo a cantar y me mandan callar, jajaja.

Salíamos muy temprano para disfrutar a tope el domingo. La baca llena de cosas, porque en el maletero ya no cogía más.
Dos mesas....un montón de sillas....sombrillas cuando íbamos al río....la nevera que no faltara....algún balón...ó palas cubos...garrafas de agua, mucha agua....el vinito y la casera, en porrón para las mujeres....y la bota de vino para los hombres....los bolsos donde iba la comida...echa, ó para prepararla, buffff cuantas cosas!!...Entonces no había peligro para hacer fuego, yo creo que la gente era más consciente del peligro que corría el no apagarlo bien. Tampoco existían los cinturones de seguridad en los coches, y si existían desde luego yo no los conocía, claro que como me lo iba a poner?....si íbamos más de la cuenta siempre en el coche?
En verano lo pasábamos chupy! íbamos al río, recuerdo los chapuzones que nos pegábamos los 5 más pequeños, que no queríamos salir del agua. Así pasaba que por la noche todos boca abajo en la cama con la espalda quemada del sol y mi madre rociándonos de vinagre, en esa época sobraba el After sun...y demás potingues.jejeje.

Yo siempre he sido la niña consentida, aunque me cueste reconocerlo...era así. La más pequeña, la única niña, pues mis primas ya eran mocitas como se decía antes.
También es verdad que me hacían bastantes faenas, pero siempre que los necesitaba...allí estaban pendientes de mí. Siempre me sentí muy querida y protegida por todos.
Como iba diciendo, en verano siempre al río.
Allí además a veces nos juntábamos con más familias con niños y eso era una gozada las que montábamos. Eso sí siempre a la vista de los mayores.
Tengo recuerdos del río....cuando a eso de las 6 ó 7 de la tarde abrían las compuertas, y subía bastante el caudal. Más de una vez nos ha pillado en medio por no controlar y no tener en cuenta la hora. Puede ser bastante peligroso...porque la fuerza del agua arrastra todo lo que se encuentra por su paso.
No se me olvida aquella vez en la que mi hermano el pequeño estaba jugando en el río con mis hermanos mayores, y empezó a subir el caudal, los mayores le avisaron para salir pero cuando se dieron cuenta él se había quedado atrás porque el agua lo atrapó. Corrieron a llamar a los mayores y gracias a la soga que utilizábamos para saltar la comba y dos más que ataron pudieron acercarse a rescatarlo, gracias a que se agarró fuertemente a unas ramas...el pobrecito lloraba sin parar asustado, en esa época tendría 7 u 8 años.

Cuantas anécdotas vividas, pero sobre todo buenas...cuando antes de la comida decía mi tío: A ver quien se viene a explorar...y nosotros como locos nos preparábamos, con agua y venga. Había veces que nos poníamos a andar, y perdíamos la noción del tiempo, para volver a comer, y cuando regresabamos, las mujeres estaban las pobres esperando con la comida fría y les echaban la bronca a los hombres, jajaja. Que tiempos aquellos. En uno de esos paseos una vez nos pusimos a andar , subir por el monte...bajar por el otro lado...cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en medio de un cercado de toros bravos...yo iba en trikini...sí parece mentira pero entonces existían los trikinis, y además rojo, para más inri, jajajaja mi tío todo majo él me dijo: Yaiza, ten cuidado que a los toros les gusta mucho los bañadores rojos, jajaja.
Con deciros que me tuvieron que coger en brazos, yo tendría unos 4 o 5 años, pero lo tengo grabado en mi mente como si hubiera pasado hace poco.

En otras ocasiones en el rió Alberche cuando caía la tarde, pasaban manadas de toros con los cencerros que se les escuchaba como se acercaban a nosotros. Mi madre en la vida ha tenido dos fobias...o pánico como queráis llamarlo, a los toros...y a las tormentas. En esta ocasión, nos metía a mi hermano el pequeño y a mí en el coche con ella hasta que pasaban, recuerdo como temblaba cuando los veía al lado del coche.
Era algo que no podía controlar.

Una vez en un puente, creo que era la virgen de Agosto, nos fuimos con las dos tiendas campañas todos a pasarlo al río. Dejaron el coche cerca del rió, y cogimos todas las cosas para cruzarlo pues en medio había una isla bastante guay, con mucha arboleda para sombra, y grande, allí se colocarían las tiendas. Había otras familia allí también, era como una aldea....pero echa de tiendas campañas. Nos lo pasamos genial, fueron unas minivacaciones inolvidables, pero la última noche de nuestra estancia allí, pasó algo.
A eso de las 10 de la noche empezamos a escuchar los cencerros acercarse, mi madre siempre era la que antes los escuchaba, y lo malo de esto es que no había coche donde refugiarse. Empezó a ponerse nerviosa y todos le dijimos que se tranquilizara que no pasaba nada.
Las otras familias también estaban intranquilos porque había muchos niños, y algunos llorando porque sabían que se acercaban los toros.

Empezaron a cruzar el río que cubría por debajo de las rodillas, las mujeres y los niños nos metimos en las tiendas...y los hombres se quedaron fuera con machetes....hachas....cada uno lo que podía aportar, pues nunca se sabe como podrían reaccionar al ver su isla llena de gente extraña, porque estaba claro de que ellos iban allí siempre. El tiempo no corría, se hacía interminable, mi madre estaba hecha un manojo de nervios, pensando en los que estaban fuera.
Hubo algún rezagado que el hombre que los llevaba tuvo que darles un par de golpes con la cosa que llevaba que no sé como se llama....porque se paraban en las tiendas, y metían el hocico, aunque hubo uno que por lo que decían des pues era bastante nervioso o con mas mala leche que ese sí les preocupó, pero bueno quedó en otra anécdota para contar.
Bueno pues hasta aquí la 1ª parte de mis recuerdos. Espero en breve, poder seguir contándoos más historias de nuestras salidas típicas de "los domingueros".